miércoles, 30 de abril de 2014

11-M: DETENIDOS POR LA GUARDIA CIVIL POR PROFERIR EN LAS REDES SOCIALES MENSAJES OFENSIVOS A PILAR MANJÓN

Éste podría haber sido el titular leído en los periódicos al poco tiempo de producirse los atentados del once de marzo de dos mil cuatro en Madrid. Podría haber sido... pero no lo ha sido ni lo es, ni parece que lo vaya a ser.

Eso sí, estos días he conocido la noticia de que la Guardia Civil ha detenido a 21 personas por insultar en redes sociales como Facebook y Twitter e Internet a víctimas del terrorismo como Irene Villa, Miguel Ángel Blanco y Fernando Trapero, el guardia civil asesinado por ETA en Francia en 2007, entre otras.

Hace unos días, concretamente el 20 de abril del 2014, leí en el periódico DEIA un artículo recogido de elplural.com titulado Esto es Twitter que decía así:

La vida de Pilar Manjón cambió radicalmente el día que su hijo murió en los atentados del 11-M de Madrid. Pero a su luto hay que sumar los descorazonadores mensajes que recibe, vía Twitter y Facebook, de quienes han consumido la teoría de la conspiración y el "ha sido ETA": "Eres una puta zorra oportunista subsidiada por la izquierda etarra que brinda con quienes desmembraron a tu hijo". O "Señora Manjón me parece patético que prefiera usted dar un mitin político contra el PP que recordad a su hijo. Qué asco de persona y de madre es usted. Acaso cree que la "izmierda" le va a hacer senadora o diputada. Váyase usted a la mierda". Tremendo.

Éste es sólo un ejemplo de las muchas injurias "dedicadas" a Pilar Manjón, Presidenta de la Asociación 11-M Afectados Terrorismo. Enumerarlas aquí sería detallar una extensa lista. Es suficiente con este botón de muestra. 

No me consta que el autor de este mensaje esté encarcelado. Este desalmado de corto recorrido que parece olvidar –no lo menciona en su mensaje que han sido precisamente y "casualmente" otras víctimas las que después de atentados terroristas han transitado por la órbita política:  Mari Mar Blanco (hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA en 1997, Miguel Ángel Blanco) ha estado en un escaño en el Parlamento de Vitoria por el PP o Maite Pagazaurtundua, expresidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT) y hermana de Joseba, el jefe de la policía local de Andoain asesinado por ETA en 2003, que se presenta en la candidatura de UPyD a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo. Por mi parte, nada que objetar. Como ciudadanas pueden hacer lo que les parezca más conveniente. Lo comento para desmontar la mísera cortedad demostrada por el susodicho autor de los insultos y difamaciones a Pilar Manjón referidos anteriormente. Y lo comento también para constatar una vez más ya lo he dicho en otras ocasiones cómo tras los atentados del 11-M han ido configurado una categoría de víctimas de terrorismo de 1ª clase (las de ETA) y otra categoría de víctimas del terrorismo de 2ª clase (las del 11-M).

Con todo, no considero este tipo de mensajes en las redes sociales lo más determinante. Lo más relevante ha sido que desde los primeros momentos de los atentados del 11-M han sido "honorables" señores y señoras del mundo de la prensa, radio, televisión y partídos políticos de la conspiranoia quienes, muchas veces al amparo de la "libertad de expresión", han configurado estas categorías de víctimas favoreciendo la difusión de todo tipo de ofensas  centradas en la persona de Pilar Manjón. Y los que han configurado esta situación son los que tras los atentados del terrorismo islamista quedaron traumatizados, hundidos y amargados para siempre por el hecho de que la autora del 11-M no fuera ETA, pues lo que les hubiese gustado es que hubiese sido ETA. Por eso su grosería. Por eso su frustración. Por eso su desesperación. 

Artículos relacionados:

Una diputada del PP se enzarza con Pilar Manjón por pedir que dejen de insultarla y amenazarla enTwitter

Baltasar Garzón: "hace años que Pilar Manjón está siendo machacada por las redes sociales y el PP no ha dicho nunca nada"


Piedra, aire, agua y rosas rojas en el Monumento a las Víctimas del 11-M en la estación de cercanías de El Pozo, Madrid. Un tren inicia la marcha.      

ha renunciado este lunes a ser parlamentaria en la Cámara Vasca

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1638307/0/mari-mar-blanco/renuncia/diputada-pp/#xtor=AD-15&xts=467263
ha renunciado este lunes a ser parlamentaria en la Cámara Vasca

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miércoles, 9 de abril de 2014

LOS PLANES PENDIENTES TRAS EL 11-M Fernando Reinares

Artículo de Fernando Reinares en el El País, lunes 7 de abril de 2014

Los terroristas de Madrid no se suicidaron porque tenían otros blancos


Suele darse por descontado que los actos de terrorismo en cuya planificación y preparación interviene de uno u otro modo Al Qaeda —como fue el caso del 11-M y pongo de manifiesto en mi reciente libro ¡Matadlos!— se caracterizan porque quienes los ejecutan mueren al hacerlo. Así ocurrió en los del 11-S. Entre estos últimos y los del 11-M hubo, de hecho, numerosos atentados en los cuales estuvo directa o indirectamente implicada Al Qaeda y que fueron actos de terrorismo suicida. En el caso de los atentados de Madrid, la ausencia de terroristas suicidas, pese a la relación que existía con antelación al 11 de marzo de 2004 entre quienes los perpetraron y el mando de operaciones externas de Al Qaeda, obedeció ante todo a que los terroristas no habían culminado sus planes con la matanza en los trenes de Cercanías.


Habían alquilado un piso en Leganés que pensaban utilizar mes o mes y medio. También una casa en Albolote, en puertas de Granada. Está comprobada su intención de hacer descarrilar el AVE entre Madrid y Sevilla. Habían recopilado información sobre posibles nuevos blancos en Madrid, Ávila y Segovia. Contaban con armas, explosivos y reserva financiera. Pero cualesquiera planes tuviesen fueron desbaratados no tanto por las primeras detenciones que la policía efectuó el 13 de marzo en Madrid como por lo ocurrido en Leganés aquel posterior 3 de abril. Ese día, del cual se han cumplido 10 años la pasada semana, siete terroristas escondidos en el interior de un piso localizado por los expertos de la Comisaría General de Información dejaron claro hasta dónde estaban dispuestos a llegar en su adhesión a la ideología yihadista del martirio.


Podría aducirse que los terroristas se inmolaron en Leganés al estar acorralados por la policía. Pero la explosión suicida que ocasionaron revelaba algo que Serhane ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino, había expresado en un manuscrito hallado en su domicilio de Madrid: “Para conseguir ser mártires hemos venido”. Más aún, dos de los implicados en el 11-M dejaron cartas de despedida en forma de testamento. Una de ellas, de Abdenabi Kounjaa, está dirigida a sus familiares y en la misma, que por cierto no contiene mención alguna a Irak, afirma: “Yo he elegido la muerte como camino para la vida”. Igualmente denotativo de la inclinación suicida de los terroristas del 11-M es que al menos tres de los fugados terminaron perpetrando atentados suicidas encomendados por la extensión territorial de Al Qaeda en Irak.


Está comprobada su intención de hacer descarrilar el AVE entre Madrid y Sevilla

Aunque los atentados del 11-M no fuesen suicidas, básicamente porque los terroristas, dispuestos a convertirse en lo que ellos definen como mártires, no habían completado los planes que tenían previstos, otras facetas de lo ocurrido en los trenes de Cercanías encajan con un estilo operativo característico de Al Qaeda. No me refiero únicamente a que eligiesen el undécimo día de marzo, al igual que los atentados del 11-S fueron perpetrados el undécimo día de septiembre, o que en otros días undécimos se hayan producido, antes y después del 11-M, cruentos atentados de Al Qaeda. El dato de calendario es significativo pero no definitivo, pues esta estructura terrorista global ha planificado atentados importantes acontecidos, dentro y fuera de nuestras sociedades, en días del mes distintos al undécimo.


Me refiero sobre todo a la modalidad de los atentados, concatenados o en serie, llevados a cabo en un breve espacio de tiempo y con el afán de conseguir el mayor número posible de víctimas. Al igual que en el 11-S fueron cuatro los aviones designados como blanco por Al Qaeda, en el 11-M fueron cuatro los trenes elegidos para colocar bombas. Estos trenes eran de Cercanías y circulaban entre las 7.37 y las 7.41, en hora punta, incrementando al máximo la potencial letalidad de los atentados. Las cifras de muertos y heridos en los atentados de Madrid habrían sido mucho mayores de las que fueron si hubieran estallado las bombas cuyo dispositivo de detonación falló, y si no hubiese circulado con un poco de retraso uno de los convoyes ferroviarios, afectado por cuatro explosiones cuando iba a entrar en la estación de Atocha.


En relación con todo ello, merece la pena hacerme eco del modo en que concluye su último análisis sobre el 11-M el National Counterterrorism Center (NCTC) de Estados Unidos. Se trata del informe The case for Al-Qai’da links to the 2004 Madrid bombings, elaborado en 2008. Tras valorar el 11-M a la luz de nueva información recopilada por los servicios norteamericanos de inteligencia desde 2006, incluyendo tanto información procedente de fuentes propias como facilitada por otras agencias homólogas en países occidentales y no occidentales, dicho informe concluye que los datos conocidos sobre la manera en que fueron preparados y ejecutados los atentados de Madrid, proporcionan “evidencia de planificación sofisticada y énfasis en victimización masiva, ambas marcas distintivas de un atentado de Al Qaeda”.


Las cifras de muertos y heridos en los trenes de Cercanías pudieron ser mucho mayores

En lo que atañe a los artefactos explosivos utilizados en el 11-M, uno de sus componentes, el de los teléfonos móviles usados a modo de detonadores y sincronizados por medio de la alarma, evoca también a Al Qaeda. Esta organización colaboró con una de sus filiales en los atentados del 12 de octubre de 2002 en Bali. En éstos se utilizaron teléfonos móviles de la misma marca, Mitsubishi, y el mismo modelo, Trium, que en los del 11-M. Estas coincidencias remiten a destrezas adquiridas como resultado de un mismo aprendizaje en campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán, como precisamente al que en los dos años previos al 11-S acudieron Amer Azizi, inductor de los atentados de Madrid y nexo de la red del 11-M con el liderazgo de Al Qaeda, o Said Berraj, miembro cualificado de dicho entramado terrorista.


Respecto al explosivo utilizado en los atentados de Madrid no puede argumentarse lo mismo. El conjunto de muestras recogidas confirmó que se trataba de dinamita Goma 2 Eco que delincuentes españoles sustrajeron de una explotación minera asturiana e intercambiaron por droga. Así, las bombas se fabricaron adecuando sus contenidos a la disponibilidad que los terroristas detectaron en el entorno donde iban a atentar. Ahora bien, antes de que El Chino y su banda se incorporaran a la red del 11-M y resolvieran la provisión de sustancias explosivas, destacados integrantes de la misma habían recibido, a través de un foro restringido de Internet, instrucciones para fabricar bombas mediante triperóxido de triacetona (TATP), fórmula utilizada en los atentados de 2003 en Casablanca y después en los de 2005 en Londres.


Bajo custodia de las autoridades de Estados Unidos en Guantánamo, tras su detención en mayo de 2005, Abu Faraj al Libi, hasta entonces tercero en la jerarquía de Al Qaeda, declaró que Hamza Rabia, jefe de operaciones para el mundo occidental a fecha del 11-M, “deseaba firmemente atentar contra trenes de pasajeros en Estados Unidos o Reino Unido después de los atentados de marzo de 2004 en los trenes de Cercanías en Madrid”. Un año y casi cuatro meses después se ejecutaron los atentados en el metro de Londres. En diciembre de ese año, cuando un misil lanzado desde una aeronave no tripulada de la CIA acabó con las vidas de Rabia y Azizi, su adjunto, en una localidad de Waziristán del Norte, adiestraba terroristas para llevar a cabo atentados semejantes a los del 11-M y del 7-J en Estados Unidos.


Fernando Reinares es investigador principal en el Real Instituto Elcano y catedrático en la Universidad Rey Juan Carlos. Autor de ¡Matadlos! Quien estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España (Galaxia Gutenberg).

sábado, 5 de abril de 2014

11-M: Sánchez Manzano, el jefe de los TEDAX aquel día, explica el porqué de su libro "LAS BOMBAS DEL 11-M"



Las bombas del 11-M. Relato de los hechos en primera persona (Amazon 2014)

Juan Jesús Sánchez Manzano, jefe de los TEDAX en el 11-M

“El 11 de marzo de 2004, me levanté como siempre a las 6.30 horas. Me vestí, desayuné, di un beso a mis hijos y a mi mujer, aún dormidos, y salí por la puerta poco después de las 7 horas. Se presentaba un día de formalismos, tranquilo e institucional. Sin embargo, ni siquiera había empezado a desarrollarse cuando una llamada lo echó todo por tierra”. Así comienzo mi libro publicado en Amazon, donde relato con detalle los movimientos de mi unidad durante el día de los atentados y las jornadas posteriores.


Como máximo responsable iba transmitiendo a mis superiores los mensajes que minutos después debían ser trasladados al Gobierno y a los medios de comunicación: “En la unidad estuvimos volcados en nuestras funciones durante los tres días consecutivos a los atentados, apenas sin descanso. Cuando mi familia me comunicaba que en los medios se hablaba de la autoría de ETA, yo me sorprendía, pero, por otra parte, ignoraba los datos disponibles en otras unidades policiales. Ante esa ausencia de datos, los actores políticos y sociales los inventaron, los deformaron y exageraron con el fin de adaptarlos a sus estrategias o deseos”.


Trato de poner la historia en orden, mostrando las contradicciones en las que incurrieron periodistas como Casimiro García Abadillo, Pedro J. Ramírez o Federico Jiménez Losantos. Pero también revelo el seguidismo de diputados como Jaime Ignacio del Burgo o Eduardo Zaplana, que leían El Mundo antes que el propio sumario judicial, lo que les hubiera resuelto muchas dudas. Mi relato está basado en  información contrastada del procedimiento judicial y de la Comisión Parlamentaria del 11M. Hubo periodistas y políticos que se empeñaron en justificar la equivocación de seguir un camino cuando todas las pruebas indicaban otro. La investigación policial fue sometida a un juicio paralelo sin precedentes.

Respecto a García Abadillo, por poner un ejemplo, escribió un artículo Pecado de soberbia, publicado en El Mundo el 29 de marzo de 2004, a los 18 días del atentado, cuando el ambiente mediático y político aún no se había contaminado de las aberrantes teorías conspiratorias. En él manifestó: “Alguien en Moncloa dejó a un lado el drama que estaba viviendo el país y se dedicó a cuantificar la catástrofe en forma de escaños. Si es Al Qaeda, perdemos las elecciones. ¡Dios nos libre de los que en situaciones así son capaces de llegar a tales conclusiones! Por eso, se tomó la determinación no de mentir, sino de mantener la duda hasta el final. Aguantar la tesis de ETA hasta el 14-M. […] No se dio la orden de mentir. De hecho, no se mintió. Tan sólo se decidió dar la información mezclada con el wish full thinking de que la tesis de ETA seguía siendo la más probable. Nadie puede protegerse contra la verdad. Y en esos momentos nadie tuvo la cabeza lo suficientemente fría como para pensar en lo realmente importante […]”.

Pocos días después, cambiaba de opinión  y el 18 de junio de 2004, antes de que se iniciara la Comisión de Investigación, García-Abadillo escribió en su periódico: ¿Alguien ha tendido una trampa para fomentar la idea de que en torno al 11-M existe una trama policial con ramificaciones en la cúpula del cuerpo? Esa es una sensación que flota en el ambiente. No olvidemos que estamos hablando de junio de 2004, tres meses después de los atentados y mes y medio más tarde de haber escrito Pecado de soberbia.


El trabajo de mi unidad hubiera sido percibido y valorado de forma muy distinta si las elecciones generales no hubieran tenido lugar tres días después de los atentados. Siguiendo Casimiro García Abadillo, en el mismo artículo Pecado de soberbia: “Si el 11 de marzo no hubiera estado tan cerca de las elecciones, probablemente Aznar se hubiera comportado de otra manera. Hubiera actuado como un profesional, es decir, como un presidente que sólo tiene un objetivo prioritario: ayudar a las víctimas, descubrir a los culpables y ponerlos a disposición de la justicia. Pero no. Las elecciones estaban a la vuelta de la esquina”.


Algunos periodistas de El Mundo, al crear y corear la teoría sobre la conspiración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ayudaron a los terroristas, quizá inconscientemente. Es incomprensible que los servicios de información no analizaran todos los indicadores que señalaban a España como objetivo del terrorismo internacional antes de lanzar los comunicados oficiales. Tampoco se comprende cómo el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, solo atendió los consejos del CNI. ¿Es qué nadie pasó los informes de los Tedax a los servicios correspondientes para disipar la “obcecación” del Ejecutivo?. Como afirmo en el libro: “No podemos negar, por otro lado, que hasta ese momento el terrorismo en España había estado vinculado casi en exclusiva a la banda criminal ETA. De ahí que nada más estallar las bombas se generalizara la creencia de que había sido esta organización terrorista. Este prejuicio, unido a las adversas circunstancias del momento, provocó la resistencia a emplear la razón para el análisis de los datos que iban recibiendo. Algunos de los receptores de las informaciones, de hecho, se quedaron con esa idea de la culpabilidad de ETA quizá demasiado tiempo. No valoraron en su justa medida la sucesiva aparición de evidencias. Tardaron en digerirlas e interpretarlas. Esta obcecación ralentizó su reacción y la hizo incluso titubeante”.


Durante los últimos nueve años, he sido la diana sobre la que muchos lanzaban sus dardos en forma de acusaciones, insultos, insinuaciones o injurias. Algunos periodistas me imputaron hasta colaboración con banda armada en las ondas y en el papel. Otros me atribuyeron incluso una relación sentimental con una acusada en el juicio del 11-M. Pedí ayuda en repetidas ocasiones al Ministerio del Interior con el fin de que algún dirigente saliera en mi defensa, respondiera con claridad a las preguntas parlamentarias o a las dudas que los medios estaban lanzando sobre nuestra actuación. Pero nadie nunca nos defendió.


A lo mejor, les interesaba que hubiera tensión, como dijo el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero al final de su entrevista con Iñaki Gabilondo en un descuido cuando creía que el micrófono estaba cerrado. Pedro J. en uno de sus artículos dominicales a finales de 2006, revela que Zapatero me pidió disculpas por lo que estaba pasando y que me dijo que el PP y El Mundo estaban dirigiendo todos sus dardos contra mi, pero que en realidad querían apuntar a él. Está claro que unos y otros hicieron utilización de los atentados, como digo en mi libro: "[E]l 11-M, como primera gran agresión terrorista en Europa, se utilizó como una cuestión doméstica, como un arma arrojadiza entre fuerzas políticas, en vez de servir para situar los atentados en el contexto de una campaña global de la yihad musulmana contra las democracias occidentales".

     Algunas instancias superiores de entonces me requirieron para que asumiera públicamente que los Tedax dijeron que el explosivo utilizado fue Titadyne, el habitualmente utilizado por ETA. No lo acepté, respondiendo: “En las sucesivas ocasiones que me convocaron para asumir lo del Titadyne, mi contestación siempre fue la misma: Sabéis que en nosotros no está el error. A mí nadie me habló de Titadyne. A las 14.00 horas del mismo 11 de marzo se os comunicó lo único que teníamos, que solo se podía saber que era dinamita. No puedo admitir algo que no se corresponde con la realidad y dejar para siempre manchada la historia de la especialidad. No consentiré que se diga que los Tédax confundieron al Gobierno de la nación”.

En esos momentos, ya era consciente de lo que me iba a costar personalmente defender la especialidad; de todas formas, era mi obligación y nunca me he arrepentido de ello, más bien lo contrario, a pesar de la soledad y, en algunos casos, la ingratitud que he recibido como recompensa.

Lo cierto es que la investigación de la Policía no fue reconocida en España como lo fue en el extranjero, donde la práctica totalidad de medios de comunicación y gobiernos alabaron las pesquisas de los Tedax y de los miembros de Información de la Policía. En no pocos foros internacionales se reconoció abiertamente como ejemplo a seguir la inmediata respuesta dada por las fuerzas de seguridad españolas para volver a la normalidad, la investigación y el esclarecimiento de los hechos, que sirvió para localizar a los autores. España había dado un ejemplo a otros países que, con atentados de la misma naturaleza pero inferior complejidad, no obtuvieron resultados ni siquiera parecidos. Sin embargo, aquí fue distinto. Pedro J. Ramírez (El Mundo, 2 de junio de 2009), en la presentación del libro Titadyne, con su Yo acuso, culpaba a 17 personas (jueces, fiscales, policías y guardias civiles) de manipular la investigación.

      Me limité a hacer mi trabajo, ahora solo trato de poner a disposición de los ciudadanos e historiadores un relato con citas y referencias desde las que se pueden consultar y contrastar datos y documentos sobre lo que hicieron los TEDAX,  por eso he donado íntegramente los derechos de la obra a la Fundación Huérfanos del Cuerpo Nacional de Policía.
 
El libro se puede adquirir en Amazon. Enlace:  bit.ly/lasbombasdel11m